La columna de Juan Carlos
Ya habíamos indicado que los del Maresme eran un equipo, joven, en su gran mayoría de primer año y que jugaba bien a balonmano, si bien en mi opinión, le falta continuidad en los resultados, algo voluble e inconstante y, para mi gusto, algo lento. Cuando indico esto último me refiero a que “soban” en exceso el balón, lo que deriva a menudo en que juegan al límite de la pasividad, sistema que si bien es positivo en algunas ocasiones (sobre todo cuando se juega contra equipos teóricamente superiores) deviene en negativo cuando lo que precisa el juego es explosividad y viveza para remontar un encuentro (….es una simple opinión constructiva de un mero aficionado).
Eso no quita para que haya que reconocer que empiezan a tener bastante oficio, el grupo progresa adecuadamente (…..como en el cole), que se está convirtiendo en un equipo solvente y con proyección (sobre todo para la temporada que viene, si son capaces de retener a todos sus efectivos,) con un trabajo muy marcado de desdoblamientos de jugadores de la primera línea a segunda iniciando, desde posiciones de 4-2, trabajos de 3 contra 3 o 2 contra 2 en ambas zonas, o de cruce de los dos laterales apoyándose en los bloqueos y pantallas de los dos pivots, hecho que nos provocó al principio algunos problemas de sincronización de los 2º y 3º de la defensa.
Efectivamente, el inicio fue algo anormal, viéndose los azulgrana sorprendidos por las acciones de los locales que se encontraban con una defensa blandita y todavía no ajustada. Así en el minuto 5 el resultado era de 4-2 y en el min. 10 era ya de 4-4. Los resultados en esa primera parte fueron de 4-2; 4-4; 5-9; 8-11; 10-15 y 11-20.
Los nuestros se dedicaban en dicha parte a elaborar acciones colectivas, quizás algo lentas aún para lo que estamos acostumbrados, pero básicamente de penetración o lanzamiento entrelíneas derivadas de cruces o fintas sin balón, destacando en dicha fase Álvaro Ruiz con 5 tantos (uno de lanzamiento de 7 metros) y David Balaguer con 4, sufriendo este último un encontronazo accidental con el portero local, por suerte sin repercusión alguna, pero muy doloroso al afectarle la espinilla.
Una vez superado “el picotazo” inicial de las avispas (estaréis conmigo en que la disposición de las rayas y el color de la equipación del Mataró recuerda al abdomen de los citados insectos) los blaugrana salieron en la segunda parte con el antídoto y la dosis de lidocaina precisa que les hacía inmunes a las cada vez menos eficaces picaduras de los del Mataró, propiciando que estos bajaran los brazos demasiado pronto (a esto me refería antes cuando hablaba de la volubilidad del equipo) y el resultado lo fue reflejando paulatinamente. Los parciales fueron 13-23, 15-25, 18-34, 19-36 20-40 y 20-42.
Destacaron por los locales Bernat Muñoz y el lateral izquierdo nº 7, este con lanzamiento rápidos y al corto que, al principio, pillaron por sorpresa a defensa y portería blaugranas. Algo más flojo me pareció esta vez el primera línea espigado, el que se parece a Fernando Torres, exjugador del Atlético de Madrid y hoy en las filas del Liverpool, equipo de la premier League de la “Perfida Albión”
Por parte de los visitantes, que se presentó sin sus dos lanzadores Javi Garía y Alvaro Delicado (el primero con el 1ª Nacional, el segundo aún convaleciente de la gripe) los máximos anotadores fueron Victor Montoya con 8 tantos y Marc García con 6.
Por lo tanto, al final, a pesar del susto inicial……las avispas en la mano :) :)
El fin de semana que viene, otro partido contra La Salle Bonanova (será el tercero de esta temporada), equipo al que aunque hemos vencido en las anteriores ocasiones, nos han creado más de un poblemilla pues por juego, calidad individual, colectiva y planteamientos técnicos, poseen "unos excelentes mimbres para hacer un perfecto cesto". Veremos a ver que pasa el "finde", esperando que el horario no sea tan extermo como el del último partido, más que nada por el riesgo de que nos pillen aún con la legaña pegada al ojo ;) ;) ;).
Juan Carlos.
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